Dispuestos a comprar leña seca y certificada, en conjunto con vecinos, se mostró un grupo de habitantes de los sectores Antihual y La Paloma 1 de Puerto Montt, consultados a través de una encuesta que impulsó el Observatorio Municipal.
El estudio arrojó que un 76,5% se inclinó por esa decisión, que contribuiría a reducir los niveles de contaminación atmosférica producida por el consumo de leña húmeda.
La socióloga Karina Alvarado, encargada del Observatorio Municipal y de liderar este proceso participativo, especificó que el equipo del Espacio Cowo Puerto Montt diseñó un instrumento, validado por el docente Gabriel Cortínez, del Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad de Los Lagos.
“Después de reuniones de socialización con vecinos, se levantó junto a monitores los datos necesarios para que la consultora Perfil Social pudiese depurar más de 213 hogares y llegar a estos resultados”, afirmó.
Al preguntar si estaría dispuesto a participar con sus vecinos para compra leña seca y certificada a menor precio, un 76,5% respondió afirmativamente. Mientras que un 37,1% dijo preferir que sea la Junta de Vecinos la que sirva de intermediaria para este proceso. En tanto que un 49,3% aseguró que compraría leña seca y certificada, ya que no contamina (21,6%).
La muestra, que consideró 130 casas del sector Antihual y otras 83 de La Paloma, determinó que un 86,9% utiliza el equipo de combustión lenta para calefaccionarse y en un 92% de ellos consumen leña.
Respecto de la frecuencia con la que la compran, se estableció que un 32,9% lo hace una vez al año y otro 21,1%, una vez al mes. Asimismo, un 53,1 % compra entre una y 20 varas y un 14,1 %, entre 21 y 40 varas. En cuanto al tipo de leña, la brosa es la preferida (14,1%), seguida de ulmo (7,5%) y canelo (6,6%). En tanto que un 25,8% reconoció que cuando compra, gasta habitualmente entre $7.501 y $9.000, y un 22,5% desembolsa entre $6.501 y $7.000.
El administrador municipal, Carlos Soto, destacó que “este tipo de iniciativas son fruto de procesos participativos de encuentro y diálogo con la comunidad. Esperamos que esos resultados nos permitan trazar un camino para reducir el uso de leña o bien hacer uno distinto y más acorde a los tiempos que vivimos”.
Soto resaltó que esas soluciones provengan de las personas. “La colaboración pública-privada permite que estas iniciativas sean adoptadas con mayor permeabilidad social y se logren mejores resultados al corto plazo”, apuntó.
Fuente: Soy Puerto Montt